Andrés Del Valle jamás fue un hombre fácil de impresionar. Dueño de una de las constructoras más grandes de México, acostumbrado a los lujos, las decisiones rápidas y el silencio de los que le rodeaban. Pero esa tarde, mientras caminaba por los jardines de su enorme mansión en Las Lomas, sintió que el mundo se le partía en dos.
Andrés Del Valle jamás fue un hombre fácil de impresionar. Dueño de una de las constructoras más grandes de México, acostumbrado a los lujos, las decisiones rápidas y el silencio de los que le rodeaban. Pero esa tarde, mientras caminaba por los jardines de su enorme mansión en Las Lomas, sintió que el mundo … Read more