Benicio del Toro DESTRUYE a Senador Racista en CNN | 15 Minutos que Cambiaron la Historia

Benicio del Toro DESTRUYE a Senador Racista en CNN | 15 Minutos que Cambiaron la Historia

 

Imagina que insultan tu país, tu cultura, tu gente en vivo frente a millones. La mayoría se quedaría callada por educación. Benicio del Toro no es la mayoría. Esa noche en CNN, un periodista arrogante aprendió que hay silencios que pesan y palabras que destrozan. Nueva York, octubre de 2019.

Los estudios de CNN en el Time Warner Center brillan bajo las luces de la ciudad que nunca duerme. Es un martes por la noche y el programa Anderson Cooper 360 está preparándose para su emisión en vivo más esperada del mes. El aire acondicionado zumba suavemente mientras el equipo técnico de 30 personas realiza las verificaciones finales de audio, iluminación y cámaras de alta definición que capturarán cada gesto, cada palabra, cada momento de tensión que está por venir.

Anderson Cooper, el presentador estrella de CNN, revisa sus notas detrás del escritorio curvo que se ha convertido en su trono televisivo durante más de una década. Con su cabello perfectamente blanco y su traje gris carbón de Armani representa todo lo que la televisión americana considera autoridad periodística, prestigio, confianza y esa seguridad casi arrogante que solo viene de años siendo intocable en Primetime esta noche tiene un panel especial sobre el futuro del Caribe americano, un tema que su equipo de producción eligió después del paso devastador del huracán María por Puerto

Rico 2 años antes. Pero lo que debería ser un debate serio sobre política y reconstrucción se ha convertido en algo muy diferente durante las reuniones de producción. Anderson, tenemos ratings increíbles programados”, le dice su productor ejecutivo, Marcus Web, un hombre de 42 años que ha convertido la controversia en una ciencia exacta.

El senador Johnson viene a hablar sobre por qué Puerto Rico no merece más ayuda federal. Va a ser explosivo. Anderson sonríe con esa sonrisa que ha perfeccionado durante años. suficientemente amable para parecer objetivo, suficientemente afilada para saber exactamente qué está haciendo. “Tenemos contrapunto.

” Pregunta, “Aunque ambos saben que el contrapunto es solo teatro para parecer balanceados. Sí, invitamos a la representante Ocasio Cort, pero rechazó. Tenemos a un activista local de San Juan, pero Marcus hace una pausa significativa. No habla inglés también. Perfecto para lo que necesitamos. Ambos intercambian una mirada que dice todo sin decir nada. Han hecho esto suficientes veces para saber exactamente cómo funciona.

Invitas a alguien que no puede defenderse bien, dejas que el senador domine la conversación, generas clips virales y los ratings suben, simple, efectivo y completamente calculado. Lo que ninguno de ellos sabe es que hay alguien más en la lista de invitados VIP de esa noche, alguien que no pidió estar ahí, alguien que estaba en Nueva York por razones completamente diferentes.

Benicio del Toro, 6 horas antes, el hotel Carlail, suite 812, Oper e East Side. Benicio está sentado en el sofá de su suite leyendo un guion en español para su próxima película con Guillermo del Toro. La luz de octubre entra suavemente por las ventanas que dan a Central Park, creando ese ambiente perfecto de concentración que tanto necesita después de meses de promoción agotadora. Su teléfono vibra. Es un mensaje de su publicista Rebecca Lawon.

Denicio CNN acaba de llamar. Quieren saber si puedes estar en el estudio esta noche como audiencia VIP para un segmento sobre Puerto Rico. Sería buena exposición para la película. Benicio Frunce el ceño normalmente rechaza este tipo de invitaciones. Odia ser el latino decorativo en paneles donde no lo dejan hablar realmente, pero la palabra Puerto Rico captura su atención inmediatamente.

¿Qué tipo de segmento? Escribe de vuelta algo sobre ayuda federal y recuperación postmaría. Anderson Cooper está moderando. Benicio mira por la ventana hacia el parque recordando, dos años antes, cuando el huracán María devastó Puerto Rico, él había estado entre los primeros en volar a la isla con sus ministros. Había visto la destrucción con sus propios ojos.

Había abrazado a familias que habían perdido todo. Había llorado con ancianos que no tenían electricidad, agua ni esperanza. y había visto como los medios americanos cubrieron la tragedia como una nota al pie, como un problema menor, como si 3,000 muertos no importaran porque eran puertorriqueños. Diles que sí, responde finalmente. Seguro.

No es tu estilo habitual. Diles que sí, Rebeca. Estaré ahí. Lo que Benicio no sabe todavía es que esta decisión cambiará no solo esa noche, sino la conversación nacional sobre Puerto Rico durante los próximos meses, 4 horas antes, la reunión de producción de CNN, sala de conferencias, piso 2, Marcus Web reúne a todo el equipo de producción para el briefing final.

Hay 12 personas alrededor de la mesa, productores, investigadores, el director técnico y los escritores que preparan las preguntas de Anderson. Okay, gente, repasemos el flujo del programa. Marcus proyecta el rondown en la pantalla grande. Primer segmento, noticias internacionales, 10 minutos. Segundo segmento, nuestro panel especial sobre Puerto Rico, 20 minutos.