FBI e ICE allanan oficina de jueza somalí en Minnesota 26 policías corruptos y drogas expuestos

  • 5:18 a. Minneappolis estaba tranquila y fría. La escarsa cubría las ventanas de los autos y nada en la calle señalaba problemas. Pero una redada federal ya había comenzado. Autos sin marcas se detuvieron fuera de la oficina de la jueza Leila Mahad. Las puertas se abrieron, los tacones resonaron en el pavimento y agentes del FBI la DEA entraron sin hacer ruido.
  • Un ariete destrozó la puerta reforzada. El edificio tembló. Fotos familiares junto a la bandera estadounidense balancearon. Un recordatorio de un juramento una vez prestado ahora roto. Los agentes barrieron habitación por habitación. Cajones fueron vaciados. Luces cortaron la oscuridad. Detrás de una pared falsa encontraron 6 kg de cocaína bien envuelta y siete armas de fuego almacenadas en estuches forrados de espuma. Luego vino el shock.
  • Una caja fuerte oculta cubierta de polvo fue abierta para revelar 81 millones de dólares en efectivo sellado. En el escritorio, un teléfono desbloqueado mostraba mensajes encriptados, rutas, fechas y códigos de mercancía vinculados a envíos del CJNG. Esta era traición construida dentro de la ley. Si quieres ver más de esta red, haz clic en me gusta y comenta así abajo para apoyar el canal y ayudar a producir más contenido.
  • Cuanto más profundo cabaron los agentes, más aterradora se volvió la imagen. La jueza Leila Mahad, 49 años, de origen somalí, no había sido atrapada ni chantajeada. Ella había construido la puerta, la había mantenido abierta y la eligió contra el país que le había dado poder. Era arquitecta de una red.