🔴Detienen a 12 integrantes del C▪️J▪️N▪️G con arm4s, dr0g4 y equip0 táctic0 en Chiapas, informa El Secretario de Seguridad Omar García Harfuch.
El ruido de las hélices cortando el aire no era un simple sonido mecánico. Era un aviso. Sobre el cielo de Chiapas, un helicóptero avanzaba firme, pesado, como si cargara no solo hombres armados, sino una decisión tomada desde mucho antes. Abajo, la tierra verde, húmeda, llena de contrastes, guardaba secretos que esa noche estaban a punto de salir a la luz.
San Cristóbal de Las Casas dormía a medias. Las calles tranquilas, acostumbradas al paso lento de la vida cotidiana, no sabían que en silencio se desplegaba un operativo que cambiaría el rumbo de varias historias. No hubo anuncios previos. No hubo espectáculo. Solo coordinación, precisión y una tensión que se podía sentir en el ambiente.
La Fuerza de Reacción Inmediata PAKAL avanzó como se entrena para hacerlo: sin dudas. Cada elemento sabía su posición, su tiempo, su responsabilidad. No era una incursión improvisada. Era el resultado de información, análisis y semanas de trabajo invisible. A su lado, la fuerza interinstitucional: Fiscalía General del Estado de Chiapas, Fiscalía General de la República, Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Defensamx, Guardia Nacional y Secretaría de Marina. Distintas siglas, un solo objetivo.
Cuando las puertas se abrieron, la noche dejó de ser tranquila. Las órdenes se escucharon claras, firmes, sin margen para la confusión. Doce personas fueron aseguradas. Doce rostros que, segundos antes, formaban parte de una estructura criminal que se creía intocable. Arm4s larg4s y c0rtas quedaron sobre el suelo. Narcótic0s, equip0 táctic0, vehículos… todo aquello que representa el músculo de la violencia fue desarmado pieza por pieza.
No hubo celebración. Nadie levantó el puño en señal de victoria. Porque quienes están ahí saben que esto no es una película ni un final feliz. Es solo un paso más en una lucha larga, compleja, desgastante. Pero es un paso firme.
Las imágenes posteriores mostraron la crudeza del momento: los detenidos alineados, el armamento exhibido, los uniformes oscuros de los elementos rodeando la escena con disciplina absoluta. No era una humillación pública; era un mensaje claro. En Chiapas, la violencia no es bienvenida. En Chiapas, el Estado responde.
El Secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, informó el resultado con palabras medidas, pero contundentes. Doce integrantes que dijeron pertenecer al C▪️J▪️N▪️G fueron detenidos. Generadores de violencia neutralizados. Células criminales desarticuladas. Seguridad fortalecida. Frases que, más allá del comunicado oficial, representan noches de riesgo para quienes ejecutan estos operativos y un respiro para miles de familias.
Porque mientras algunos duermen, otros vigilan. Mientras algunos temen, otros avanzan. Y aunque no siempre se vea, hay hombres y mujeres que se suben a un helicóptero sin saber cómo terminará la jornada, pero con la certeza de que su deber es estar ahí.
Chiapas amaneció distinto. Tal vez no más tranquilo del todo, pero sí con la prueba de que la coordinación, la inteligencia y la acción conjunta pueden marcar la diferencia. Doce nombres menos en la estructura del crimen. Doce historias que ya no seguirán alimentando el miedo.
Y en medio de todo, queda una imagen poderosa: la de un Estado que, cuando decide actuar, lo hace con fuerza, con estrategia y con el peso de la ley.
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